lunes, 19 de mayo de 2008

DECISIONES

¿Signo de madurez? Siempre he sido una persona a la que le ha costado mucho elegir entre dos o más... circunstancias. Valorar, sopesar, darle vueltas, los pros y los contras. Nada era nunca suficiente para poder tomar una maldita decisión. Una vez escogida, siempre miraba atrás y, aunque no me convertía en estatua de sal, todas las veces pensaba en lo que podría haber sido.
Todo cambia (¿con la edad? odio esa expresión) y ahora es el curso del tiempo el que decide por mí. ¿O es la madurez? ¿Quizás resulte que estoy tomando decisiones con una facilidad inesperada? No, es la vida, o los otros, los que deciden por ti, y entonces te das cuenta del gran peso que te has quitado de encima.
Tanto tiempo peleando con el Duende Verde y ahora me doy cuenta de que me la pela (me encanta esta expresión) y de que hay tareas más importantes que hacer en ese universo Marvel en el que me sumerjo de 9 a 6.
P.D. A pesar de todo, me sigue molestando su presencia.


"Hey tío/es la hora de tomar una nueva trayectoria/no puedes volver atrás/eres el héroe de la historia"

lunes, 12 de mayo de 2008

LAS BUENAS COMPAÑÍAS

Selección natural: así es la historia de las amistades. Conoces gente en el camino, recorres con ellos una distancia; metros, si no te interesan nada; millas, si el comienzo promete pero luego te separas; kilómetros, si las circunstancias pintan bien; una eternidad, si la naturaleza lo quiere.
Con el paso de los caminos, y los tiempos, y los metros, me he dado cuenta de que apenas tengo amigos. Amigos tal y como los define la mayoría de la gente. No importa porque, aunque no lleguen a los dedos de las dos manos los amigos que tengo, valen la pena. Es una cuestión de selección natural: sólo los más fuertes, los que con más solidez entran en mi corazón, sobreviven.

"Toma una lista de mis amigos, quiero convencerlos que vuelvan conmigo, si no van a esperar mucho, y hace mucho que los quiero ver".