jueves, 29 de noviembre de 2007

BORDEANDO EL PRECIPICIO

Negro. Mi traje arácnido se ha vuelto negro, como el de mi colega Spiderman. Mi identidad arácnida está confusa y ahora no me apetece saltar de un rascacielos a otro, ni tampoco atrapar a nadie con mis telarañas.
Estoy bordeando el precipicio hacia ninguna parte...
Me pregunto cómo se puede detener la tristeza. ¿Una señal de Stop? ¿Un pensamiento positivo? ¿Un botón de la máquina de Psicoman? No sé siquiera si esto se puede parar.
Me siento como Jimmy en los acantilados de Brighton. Cansada, desilusionada, rota, un poco harta, decepcionada de muchas cosas y sin ganas de nada. Empiezo de nuevo a plantearme algunos aspectos pero sobre todo a verlo negro, negro...
...como mi traje arácnido.
"Su adicción a la tristeza/que me duele más que nada".

sábado, 24 de noviembre de 2007

CLASES... ¿SUPERIORES?

Me pregunto yo si ese comportamiento les hará felices. Visten su ropa de sedas, rasos y terciopelos; caminan erguidos rozando la altivez; sus bocas se llenan de sonrisas extremas y de palabras cordiales. Son una clase que, con ese protocolo, se sienten superiores. Eso pensaba yo el miércoles pasado, mezclada en ese mundo, analizándolo con mi mente arácnida.
Todo es una gran comedia en la que cada uno juega un papel: el soberbio militar, el todopoderoso cura, los padres abnegados, los hijos supuestamente modernos, los amigos revolu-reac-cionarios. Hombres y mujeres mezclados, el cuchillo y el tenedor adecuado, la manera de tomar una crema, el silencio ante las palabras del sacerdote, menudas gilipolleces.
En el fondo no se dan cuenta de que son esclavos de su propia clase social. Son esclavos de las palabras y de los gestos; de las actitudes, las miradas y los gestos. Las clases más altas son las más esclavas.
"Los primeros serán los últimos en el reino de los cielos".

sábado, 17 de noviembre de 2007

SOBORNO

Atrapada por mi moral. Y, por fin, llegó el momento de comprarme. Comprar mi cabreo, comprar mi manera de pensar, comprar mi moral. "Te damos un premio". Callarme la boca, obligarme de alguna forma a no protestar porque aquel esfuerzo se vio recompensado. Un sobreesfuerzo provocado por las mierdas del empresario, ese que hoy quiere ofrecerme un regalo salpicado de más mierda, de la que intenta manchar el esfuerzo de un equipo por la ausencia de un compañero.
Toma tu azucarillo y conténtate. La cucaracha intenta atrapar a la araña, el duende verde le pone una trampa a Spiderwoman, la araña se da cuenta de lo que hay detrás. Toma este regalo y calla. No recompensaremos a tus compañeros pero a ti sí, has sido la elegida. Esta tarde mentiremos a nuestro cliente pero tu calla y vete a casa con tu premio.
No. No voy a arrodillarme, a agachar la cerviz, a comer la zanahoria como si fuera un burrito.
"Más vale morir de pie que vivir de rodillas".

viernes, 2 de noviembre de 2007

ÓRDENES DE DIOS

Violencia doméstica. Cada día las noticias nos recuerdan cómo hay parejas que viven en una dura condena de amor que muchas veces les lleva a la muerte. El pasado lunes, un hombre de un pueblo de Murcia atacó a su mujer con un cuchillo de 25 cm de hoja. Una verdadera katana. Ella salvó su vida pero probablemente no su psique, como el hijo de la pareja, que recibió un buen corte intentando rescatar a su madre.
Cuando llegó la policía, el hombre explicó que "había recibido órdenes de Dios de matarla".
¿Qué tipo de dios es este que es capaz de meterse en la cabeza de una persona para incitar al asesinato? La religión te lava completamente el cerebro. De repente, estás preso de unas creencias que te obligan a ser de una forma determinada, te cercena tu libertad con una katana de evangelios. Y, además, es tan poderosa, que aún y todo te sientes reconfortado. Gracias a Dios que yo dejé de creer a tiempo de no convertirme en una integrista.
P.D. Hoy voy a ver "Jesucristo Superstar". Espero que, a la salida, no me den ganas de matar a nadie.